Biografía

Marina de la Cueva nació en las Ruinas de Copán, Honduras. Desde la edad de doce años vivió en El Salvador.
Desde 1983 vuelve a la poesía, oficio que abandonó por mucho años y desde entonces retoma para volver a escribir.
A la fecha ha escrito varios poemarios: EN LAS ARISTAS DEL CRISTAL, GRITOS DEL ALMA, LUCES EN EL AGUA, MAS ALLA DEL DOLOR-MAS ALLÁ DEL AMOR, ETERNA FORTALEZA, DISTANCIA EN EL TIEMPO,ESPERA SILENCIOSA, EN EL ESPEJO DE LOS SUEÑOS. Pronto publicará SOY GAVIOTA y otros.
Participó en la 5a., 6a., 8a. y 9a. Edición de la Nueva Poesía Hispanoamericana, compilada por Leo Zelada, Lima, Perú.
He colaborado en la prensa y algunas revistas. Escribe sobre turismo rural, como miembro del Comité de Turismo de la Cámara de Comercio de El Salvador
Participó en el XI Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en Oaxaca, México, en 2003 y en el 3r. Festival "Palavreiros" de Brasil, organizado por el Poeta Jose Geraldo Neres, en 2003.
También ha participado como Jurado en algunos eventos literarios.
En el futuroparticipará en el XXV CONGRESO MUNDIAL DE POETAS, del 5 al 12 de Agosto próximo, en Los Ängeles, California, USA.
 

EN EL PINAR

Llegamos hasta aquel pinar hermoso
Que impregnó nuestras almas de gran gozo.

Apartados del mundo compartimos
Ensueños que de nuevo repetimos.

Eramos monte y sol en primavera.
Del caracol del mar su voz primera.

Fuimos brisa para el trigal dormido.
Suave calor para aquel lirio herido.

Caminamos hilvanando mariposas
Y en pomo azul guardando olor de rosas.

¿Recuerdas cómo el viento y su sonido
marcó el compás de aquel riachuelo amigo?

¿Y la grulla en danza con su amante
hizo eterno y feliz nuestro instante?

Llegamos hasta aquel pinar inquieto
Conscientes de la vida y de su reto.

Dejamos de pensar en el dilema.
Del corazón se fue la amarga pena.

Quedóse atrás nuestro pinar querido,
Mas... desde entonces... estamos unidos.

CUANDO EMPIEZA EL INVIERNO

Esta mañana gris
Cuando empieza el invierno
Y los chiquirines
Comienzan a emigrar,
El silencio me atrapa
En un dulce soñar.
Es lejana la pena
Está ausente el dolor,
Ya se fue de mis labios
El amargo sabor.

Esta mañana gris
Cuando empieza el invierno
Hay temblor de amapolas
Que quisieran volar
En las alas del viento
Y llevarte mi voz,
Tierna y apasionada,
En un suave susurro que te dirá:
¡Oh, mi amado!
¡No te puedo olvidar!

I N T E R I O R I D A D E S

¡Cuánto anhelo el reposo!
Quisiera detener el viento entre mis manos.
Cruzar mis alas en el pecho
Y parar el vuelo.
Calmar el ritmo acelerado de mi corazón.

¡Cómo quisiera descansar!
Cerrar mis ojos quietamente.
Olvidar el mundo que, a ratos
Me parece asfixiante.
Buscar mi Yo y la paz que se me hacen obsesión.

¿Cómo cerrar mis oídos al ruido batallador?
¿Cómo acallar la voz que golpea mis entrañas?
¿Cómo ocultar sentimientos que brotan
de lo profundo de mi ser?

¡Oh, amor! ¡Te vuelves trágico
y contigo, mi corazón!
Sentido de algo que termina
Aunque nunca comenzó.

¡Quiero escapar! ¿Hacia dónde?
Quizás hacia la montaña
que me llama con insistencia.
Ver a mis amigos, los árboles.
Contemplar el río serpenteando
Entre rocas y peñascos.
Aspirar el fresco olor de los pinares.
Gozar ese silencio, solemne y absoluto.
Dormitar bajo los sauces,
Cerca de los manantiales cristalinos.
Vagar en un sueño
Donde mi dolor y mi tristeza
Se hubieran esfumado.
¡Un sueño dulce y silencioso
en el que tú te asomaras
a la ventana de mis ilusiones.

¡Ah, qué descanso,
después de este trajinar!
¿Qué ha dejado?
Mis manos vacías. Mi alma solitaria.
¡Tristeza y soledad!

¡Quisiera descansar!

 

CUANDO LA LUZ SE APAGA

Llegaste a mí cuando la luz se apaga
Cuando las hojas de mi otoño
Caen sobre mi sonrisa.
Cuando la madeja de mis pensamientos
Teje tardes crepusculares
Y el río de mis ilusiones
Ha dejado, nada más,
Un vacío cruel y doloroso.

Al verte comprendí
Eras tú el dueño de mis sueños.
Alma gemela de mi entraña,
No quise detener tu paso
Y me hundí en la agonía
Dulce y tormentosa de mis anhelos.

Ahora... Sólo queda tu recuerdo;
Agua mansa que no retrata
Cielos ni frondas,
Sino tu imagen, tu imagen de otros tiempos
Cuando la vida nos sonreía
Y la luz borraba las tinieblas.

Sigue tu camino... amado.
En algún punto del silencio
Volveré a contemplarte,
Y entonces, como tímida gaviota,
Me acercaré a ti para besar tu frente
Y entregarte el olor de mis jazmines.


 

¡DE ALLI VENGO!

¡De allí vengo!
De ese pueblecito
Metido en mi mente.
De la infancia prendida
En los cerros
Y la voz esparcida
En el viento.

¡De allí vengo!
Con la historia colgada
A los hombros.
Con leyendas de seres
Que son el asombro
Y han dejado
Sus luces eternas
Cual sello inmortal.

¡COPÁN! ¡Origen de mi raza!
Ancestros que palpitan
Con el río y la quebrada.
Voces melifluas
Sonando en los pinos.
Cascabeleo de campanas
En el corazón.

¡De allí vengo!
De la gloria
De un sabio Patriarca
Que dejó su rica simiente
En la tierra
Y nos dio su alma entera
Como hermosa heredad.

¡De allí vengo!
De un COPAN
Que cabalga en un sueño
Y que vuela en las alas
De la imaginación,
Dando al hombre el espacio
Para ese grito enorme
De la admiración.

¡Sí! ¡Vengo de allí!
De un COPAN
Que palpita en mi sangre
Y que amo
Con la fuerza del maya
Bravío,
Con la casta y orgullo
¡De mi cuna ancestral!